La habitación del hotel de Tomás era superoscura durante la noche. ¿Y si se levantaba de noche y se caía porque no podía ver? Pero cuando se levantó, lo sorprendió ver una luz brillante que salía de debajo de la cama e iluminaba su camino. Un sensor de movimiento la había activado. Pero la luz solo funcionaba si se levantaba y empezaba a andar.

La Biblia dice que tenemos que andar expresamente en la luz de Dios. Pablo dijo a los nuevos creyentes en Jesús en Éfeso: «Sed, pues, imitadores de Dios […]. Y andad en amor» (Efesios 5:1-2). Pero ¿cómo se anda de ese modo?

Al dar un paso en la luz amorosa de Cristo, nos alejamos de nuestros pecados, como la inmoralidad, la impureza, la idolatría y la codicia. Pablo dijo: «no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas» (v. 11). La adoración pagana proliferaba en Éfeso, pero las palabras del apóstol redirigían a los nuevos creyentes: «en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz» (v. 8). Y agregó: «comprobando lo que es agradable al Señor» (vv. 9-10).

El beneficio es que la luz de Jesús «te alumbrará» (v. 14), iluminando el camino. Cuando andamos confiados en la luz de Cristo, bendecimos a otros al guiarlos a Él, la fuente de la luz verdadera.

De:  Patricia Raybon

Reflexiona y ora

¿Cómo andas activamente en la luz de Cristo? ¿Cómo ha iluminado Él tus caminos?
Jesús, brilla a través de mí.