Una familia que había perdido contacto con su hijo y hermano Tyler recibió una urna que supuestamente contenía sus cenizas. Con solo 22 años de edad, al parecer había muerto de una sobredosis de drogas. Durante años, había luchado con los efectos de las drogas y las malas decisiones. Pero antes de la reportada sobredosis, había estado sobrio tras completar un programa de recuperación de adicciones. Luego, las autoridades descubrieron algo sorprendente: ¡Tyler estaba vivo! Lo habían confundido con otro joven que había muerto por sobredosis. Más tarde, reunido con su familia y reflexionando sobre la muerte del otro joven, Tyler dijo: «Podría haber sido yo».

Una vez, los israelitas aprendieron de su muerte… aunque estaban bien vivos. El profeta Amós cantó estas palabras al rebelde pueblo de Dios: «Cayó la virgen de Israel, y no podrá levantarse ya más» (Amós 5:2). ¿Estaban muertos? Pero Amós también transmitió estas consoladoras palabras de Dios: «Buscadme, y viviréis», y «buscad lo bueno, […] porque así el Señor Dios de los ejércitos estará con vosotros» (vv. 4, 14). Aunque estaban muertos en sus pecados contra Dios, el Señor los invitó a volverse a Él y hallar vida.

Confesemos nuestros pecado ante Aquel que nos ama y perdona. Con amor, Dios nos lleva de la muerte a la vida (Juan 5:24).

De: Tom Felten

Reflexiona y ora

¿Cómo lleva a la muerte ir en contra de Dios? ¿Qué necesitas confesarle?
Dios, ayúdame a alejarme de mi pecado.