Cuando llegan tiempos difíciles, ¿cuál es su respuesta? Puede parecer tentador buscar una salida, pero esa no es la actitud que Dios desea de nosotros. Él quiere que sus hijos sigan adelante y confíen en Él, aunque puede que eso no ponga fin a la aflicción.
Esto les puede sorprender a los nuevos creyentes. Es un error esperar una vida fácil una vez que confiamos en el Hijo de Dios como Señor. De hecho, Cristo mismo dijo que el mundo nos dará grandes problemas (Jn 16.33).
En Santiago 1.2, se nos instruye a considerar nuestras luchas como una fuente de “sumo gozo”. Esto solo tiene sentido cuando vemos nuestras dificultades a través de los ojos de Dios, como oportunidades para crecer. Al enfrentar las pruebas con sabiduría y piadosa perseverancia, encontraremos bendiciones que jamás pensamos que serían posibles.
Al final de la lucha, veremos a Dios y recibiremos nuestra recompensa: la corona de vida (Stg 1.12). Y este glorioso resultado es mucho más que un mero objetivo; es eterno, perfecto e imperecedero. ¿Quiere usted el reconocimiento del Señor por su victoria espiritual? Entonces siga adelante en medio de las dificultades y descubra lo que hay más allá de la prueba.
Biblia en un año: HECHOS 1-2