A veces es difícil entender el propósito de Dios para la adversidad. Pero la verdad es que Él obra todas las cosas para nuestro bien.
Los escritos de David ilustran la importancia de confiar en que el Señor tiene el control, sin importar lo difícil que sea la situación. Dios lo protegió cuando huía por su vida del rey Saúl y también cuando cedió a la tentación con Betsabé. Más tarde, cuando su hijo intentó derrocarlo, el Señor lo resguardó y preservó su trono. A través de todas estas circunstancias desafortunadas, quedó claro que Dios lo guiaba y protegía en cada paso del camino, y que lo usaba para propósitos extraordinarios, a pesar de sus fallas humanas. Estas experiencias enseñaron a David a confiar de todo corazón en la soberanía del Señor.
Aquellos de nosotros que enfrentemos situaciones difíciles debemos preguntarnos: ¿Confío realmente en que Dios está en control? Si no lo tiene, ¿quién lo tiene? Es decir, si los acontecimientos de la vida fueran aleatorios y sin propósito, ¿a quién podemos recurrir durante las pruebas?
En 1 Crónicas 29.12, David afirma que Dios gobierna sobre todo y tiene el poder de fortalecernos. Tenga fe en la capacidad del Señor para librarle de cualquier dificultad. Aunque no siempre entienda sus razones, puede confiar en sus propósitos.
BIBLIA EN UN AÑO: JEREMÍAS 28-30