Zacarías 4.1-9

¿No sería maravilloso que cumplir la voluntad de Dios fuera siempre fácil? Pero a veces encontramos obstáculos. Cuando Zorobabel se sintió así, el Señor envió al profeta Zacarías con una palabra de aliento.

A Zorobabel se le encargó reconstruir el templo. El primer templo se construyó en tiempos de paz y prosperidad bajo Salomón, con abundantes fondos y mano de obra. Pero cuando los judíos regresaron tras 70 años de cautiverio en Babilonia, la situación era muy distinta: eran pocos, sus enemigos atacaban, Jerusalén estaba en ruinas y los recursos escaseaban. En la lectura de hoy, el mensaje de Zacarías a Zorobabel (Zac 4.1-9) contenía dos principios que lo fortalecieron:

  1. Debemos enfrentar nuestras tareas en el poder del Espíritu Santo (Zac 4.6). La obra del Señor no puede realizarse con fuerza humana. Es el Espíritu en nosotros quien nos da el poder, la sabiduría y la energía para cumplir su voluntad.
  2. Cuando Dios nos llama, Él elimina los obstáculos (Zac 4.7-9). Cuando nos sintamos tentados a rendirnos, es hora de alzar la mirada y ver el obstáculo a través de sus ojos.

¿El Señor le está pidiendo que haga algo que parece imposible? Pídale que le dé la esperanza y la fuerza para perseverar.

BIBLIA EN UN AÑO: LUCAS 8-9