Ester 3.13; 4.4-16

Saber que tenemos un llamado de Dios es una cosa, pero vivirlo es otra. Ester llegó a un punto en el que cumplir el plan de Dios se volvió riesgoso. El Señor la había colocado en una posición de influencia, pero usar ese poder podría costarle la vida.

Pocos son llamados a ser gobernantes, pero a todos se nos han dado oportunidades de influir en mayor o menor grado. El Señor le ha puesto a usted en su familia, comunidad e iglesia para cumplir sus propósitos en esta generación (Sal 139.15-17).

¿Cómo debería responder al llamado del Señor? Solo hay dos opciones: cooperar sometiéndose al plan de Dios o desobedecerlo. Con el tiempo, todo cristiano se va a encontrar con una situación que pondrá a prueba su disposición a obedecer a Dios. Cuando llegue ese momento, recuerde la lección de Ester. Tal vez usted ha sido colocado en una situación difícil “para un momento como este” (Est 4.14 NVI), para ser una influencia de Cristo en nuestro mundo en tinieblas.

Vivir en el llamado de Dios puede no ser fácil, pero siempre vale la pena el riesgo. Cada paso revelará la fidelidad de nuestro Señor, animándonos a confiar en Él en la siguiente oportunidad que nos brinde. A medida que nuestra fe crezca, su tiempo se hará evidente, y miraremos con gozo lo que nos espera.

BIBLIA EN UN AÑO: ESTER 6-10