Ester 2.1-8, 17

El libro de Ester está lleno de intriga, aventura y peligro. Su vida común y corriente se volvió notable de repente cuando fue coronada reina de Persia. Vemos la mano soberana del Señor en su historia. Pero ¿puede usted imaginar lo confundida e insegura que debió sentirse Ester mientras todo esto ocurría?

Podemos sentir la misma perplejidad mientras vivimos cada día sin saber lo que nos deparará el futuro. A veces es más fácil ver el llamado de Dios en la vida de otra persona que en la nuestra. Los planes y propósitos del Señor para nosotros se están desarrollando en una progresión perfecta, pero desde una perspectiva terrenal los acontecimientos pueden parecer caóticos y desconcertantes.

La historia de Ester es un estímulo para confiar en la voluntad y los propósitos de Dios, pase lo que pase. Todo creyente en Cristo tiene un llamado del Señor (2 Ts 1.11, 12). Él guía a cada uno de sus hijos en la obra que ha dispuesto.

El llamado de Dios incluye no solo lo que hacemos, sino también quiénes somos. Cada experiencia en la vida es una herramienta que el Señor utiliza para moldear, equipar y afinar a cada uno de nosotros para convertirnos en quienes quiere que seamos.

Comience a buscar la mano del Señor en su vida. Él siempre está ahí, dirigiendo y moviéndose.

BIBLIA EN UN AÑO: ESTER 1-5