Descubrir la voluntad de Dios es una aventura continua con recompensas maravillosas. La Biblia es nuestro mapa y el Espíritu Santo nuestro guía que nos da “señales en el camino”:
- Circunstancias. Dios puede hablarnos por medio de lo que nos ocurre, incluso lo negativo. Para discernir su significado, debemos relacionar los principios bíblicos con lo que nos sucede.
- Consejos. Dios puede dirigirnos por medio del discernimiento de otros.
- Conciencia. Una vez que nuestro “sistema de alarma interno” ha sido programado según los valores bíblicos, podemos usarlo para determinar el plan de Dios para nuestra vida.
- Sentido común. Cuando hay que tomar decisiones con rapidez, el Espíritu Santo nos ayuda a elegir (Stg 1.5, 6).
- Aspiraciones. A veces Dios pone en nuestros corazones anhelos para asegurarse de que ciertas cosas sucedan. Si no contradicen la Biblia y nuestros sentimientos se mantienen firmes con el tiempo, debemos seguir adelante.
- Contentamiento. Dios da paz cuando lo obedecemos.
Con la Biblia como mapa, siga observando las “señales que Dios ponga en su camino”. El Padre celestial no quiere que usted se pierda su voluntad perfecta para su vida.
BIBLIA EN UN AÑO: ESDRAS 8-10
