¿Se da usted cuenta de que, para los creyentes, muchas necesidades pueden y deben encontrar respuesta dentro de la iglesia? Pero, para que esto sea posible, los cristianos deben darse a favor de los demás (2 Co 9.10-12).
Por ejemplo, un hombre decide apoyar a un hermano, y orar por él. O una mujer se sienta con una nueva creyente para estudiar las Sagradas Escrituras. Existen innumerables maneras de servir, como transportar a un hermano anciano a la iglesia, enseñar una clase dominical o visitar a los enfermos.
Antes de que se sienta abrumado por las muchas necesidades que hay, recuerde que amarse unos a otros es un esfuerzo de todos los miembros de la iglesia; una sola persona no puede ayudar en todo. Pero supongamos que usted se compromete a servir a unas cuantas personas, Dios le bendecirá con gozo y un profundo contentamiento.
Poner a los demás antes que a uno mismo es practicar el cristianismo auténtico. Y si los creyentes se comprometen a dar respuesta a las necesidades que el Señor traiga a su atención, la iglesia puede transformarse, convirtiéndose en un verdadero cuerpo de creyentes que funcionan juntos para la gloria de Dios.
BIBLIA EN UN AÑO: 1 CRÓNICAS 10-12
