- Escogidos en Cristo. La buena nueva de Jesucristo se ofrece a toda la humanidad (Jn 3.16; Ro 1.20). La salvación es para todos los que reciben al Salvador a través de un acto de voluntad propia. La verdad central es que Dios quiere tener comunión con usted (2 P 3.9).
- Bendecidos por recibir misericordia. Somos salvos solo por la misericordia de Cristo (Tit 3.5). Dios nos amó tanto que proveyó un camino para estar en relación con Él para siempre.
- Protegidos. El Salmo 34.7 dice: “El ángel del Señor acampa alrededor de los que le temen, y los defiende”. Estamos tan bien protegidos que solo Dios puede permitir que las dificultades nos afecten. Aunque a veces pasemos por valles oscuros, el Padre, como buen Pastor, siempre está a nuestro lado (Sal 23.4).
El mensaje de la carta de Pedro es simple: cuando enfrente tiempos difíciles, no tema. Concéntrese en quién es en Cristo. Tiene razones para ser valiente, porque es un hijo de Dios escogido, amado y bien protegido.
BIBLIA EN UN AÑO: HEBREOS 10-11



