Durante el Blitz en Londres el 29 de diciembre de 1940, una bomba destruyó un almacén cerca de la Catedral de San Pablo. Cuando Biddy Chambers recibió la noticia de que se habían perdido los 40.000 ejemplares de los libros de Oswald Chambers almacenados allí —que ella había compilado y editado, pero no asegurado—, dejó su taza de té y le comentó a su hija: «Bueno, Dios ha usado los libros para su gloria, pero eso ya terminó. Esperaremos y veremos qué hará Dios ahora».

Quizá Biddy recordaba lo que su ya fallecido esposo, Oswald, había escrito al comienzo de la Primera Guerra Mundial: cómo Jesús les habló a sus discípulos sobre «la inevitabilidad del peligro», para que cuando ocurrieran cosas horribles, no tuvieran temor porque Él estaba con ellos.

Jesús les dijo a sus amigos: «En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo» (Juan 16:33). Quería que permanecieran fuertes en la fe en su Padre para poder soportar las pruebas y desafíos que enfrentaran.

La calma confianza de Biddy en Dios la llevó adelante, y finalmente, los libros fueron reimpresos y se convirtieron en clásicos para generaciones. Nosotros también podemos encontrar aliento y esperanza en las promesas de Jesús: no nos dejará (14:18) y nos dará paz (v. 27). Siempre.

De:  Amy Boucher Pye

Reflexiona y ora

¿Cómo respondes ante la reacción de Biddy al oír la devastadora noticia del incendio de los libros? ¿Cómo puedes seguir su ejemplo de confianza en Dios?
Jesús, ayúdame a vencer al mundo en mi vida diaria.