Es difícil tener una vida efectiva y llena del poder del Espíritu Santo si usted duda de su fe. ¿Por qué los creyentes dudan con tanta frecuencia? Consideremos algunas razones clave:
- Pecado. Cuando hay desobediencia en nuestra vida, nuestras oraciones se ven obstaculizadas (Sal 66.18), y también se debilita nuestra comprensión de las verdades espirituales. Por eso, no es de extrañar que el pecado pueda nublar la percepción de un creyente respecto a su salvación.
- Falsa enseñanza. Por ejemplo, si nos han enseñado que la salvación depende de las buenas obras, hemos sido engañados. Nuestra salvación se basa únicamente en la gracia de Dios.
- Énfasis excesivo en las emociones. Con frecuencia, las personas vinculan su experiencia de salvación con emociones intensas. Esto lleva a muchos creyentes a dudar de su salvación durante los momentos “más naturales” de la vida.
- Incredulidad. Hechos 16.31 nos dice: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo”. Si usted ha hecho esta confesión de fe, entonces es salvo, y nada puede separarle del Señor.
Si duda de su salvación, examine su corazón en oración. Si alguna de estas falsedades está obstaculizando su fe, permita que el Señor le conforte con su amor y verdad.
BIBLIA EN UN AÑO: ECLESIASTÉS 5-8