Salmo 31.19-24

Dado que la bondad de Dios es perfecta, solo Él puede definir con certeza lo que es mejor para cada uno. Su bondad va más allá de proveer riqueza, salud o seres queridos; también se manifiesta en experiencias que quizá nunca elegiríamos, pero que Él sabe que necesitamos para crecer en fe, obediencia y perseverancia.

Considere estas expresiones de la bondad de Dios:

  • Disciplina amorosa. Como el amor de Dios es inquebrantable, Él nos corrige cuando es necesario. El proceso es doloroso, pero el resultado es el “fruto apacible de justicia” (He 12.11).
  • Limitaciones sabias. Con su visión perfecta, el Señor no nos da, por amor, las cosas que serían perjudiciales para nosotros espiritualmente.
  • Sufrimiento útil. Dios sabe cuáles son las experiencias que nos refinan, las cuales necesitamos para ser fructíferos en su reino. Lo que para nosotros puede parecer un valle de lágrimas, es su lugar de preparación para la piedad y el servicio.

Es fácil interpretar el carácter de Dios según nuestras circunstancias. Sin embargo, cuando dudamos de su bondad, debemos recordar que lo que Él nos da puede venir en diversas formas, pero siempre es para nuestro bien. Como dice el Salmo 34.8: “Gustad, y ved que es bueno Jehová”.

BIBLIA EN UN AÑO: ISAÍAS 11-14