Salmo 23

Las experiencias en el valle son momentos en los que el dolor o la dificultad hacen que parezca casi imposible seguir adelante. Como una gran ola que se estrella sobre nuestra cabeza, tales ocasiones pueden ser abrumadoras.

A veces estas situaciones son consecuencias de nuestros actos. Si desobedecemos a Dios, podemos sufrir. El dolor también puede venir de otros, como pérdida, infidelidad o traición. Otras veces, el Padre nos guía al valle. Aunque podría evitar la angustia, Él elige no hacerlo, porque tiene un propósito que no se cumpliría con un camino más fácil.

Sea cual sea la causa, el Salmo 23 usa cuatro palabras para describir el tiempo que pasamos en esos valles: sombra, muerte, temor y mal. No hay manera de apresurarse a través de una prueba marcada por el dolor emocional o físico. La profundidad y la duración de la prueba son determinadas por la voluntad del Señor, pero Él camina con nosotros y nos protege mientras la soportamos.

Dios promete que usará cada valle, aun aquellos que nosotros mismos provocamos, para nuestro bien (Ro 8.28). Pero con la mirada puesta en Él, debemos caminar con paso firme, atentos a su presencia y confiando en su promesa.

BIBLIA EN UN AÑO: OSEAS 10-14