Salmo 19.7-14

Meditar significa cosas distintas para diferentes personas. Para algunos es introspección personal; pero para los cristianos es reflexionar profundamente en Dios, en quién es Él, y hacerse preguntas como…

  • ¿Quién es Dios?
  • ¿Cómo obra Él en mi vida?
  • ¿Qué dice la Biblia sobre Él?
  • ¿De qué manera ha sido misericordioso?

Al meditar en la Palabra de Dios con el objetivo de conocerlo mejor, el Espíritu Santo guiará nuestro pensamiento. A menudo, la disciplina incluirá la lucha con principios espirituales, que el Señor usa para crear un fundamento sólido en nuestra vida. Incluso puede implicar un tiempo de arrepentimiento, mientras Él revela la verdad y nos impulsa a anhelar una mentalidad centrada en Cristo (Ro 12.1, 2). La meditación también puede conducir a la sanación espiritual si Dios nos muestra áreas de nuestro corazón que necesitan atención.

Esta semana, tómese un tiempo para sentarse en silencio o salir a caminar, y dedique esos momentos a enfocar su atención en Dios. Deje que Él le hable. Entregarse a su presencia probablemente será un descanso gratificante en su rutina.

BIBLIA EN UN AÑO: HECHOS 10-11