El mariscal de campo de fútbol americano C. J. Stroud es joven, talentoso y un declarado creyente en Jesús. En una profesión donde la carrera promedio dura solo 3,3 años, Stroud ha hablado abiertamente sobre en quién deposita su confianza: «El fútbol tiene muchas… idas y venidas. Pero, al final del día, lo más importante es tu fundamento. Y algo que ha establecido mi fundamento es mi fe».
El fútbol, como cualquier otra profesión, no es la única esfera con altibajos. La metáfora que usó Jesús como enseñanza en Mateo 7:24-27 describe dos casas que fueron azotadas por el viento y la lluvia, pero solo una sobrevivió a la tormenta «porque estaba fundada sobre la roca» (v. 25).
Sí, en la vida experimentamos tormentas. Enfermedades e incontables dilemas pueden dejarnos girando. La vida no es «a prueba de tormentas», pero construirla sobre Jesús y sus enseñanzas —nuestro «fundamento» seguro (ver 1 Corintios 3:11)— cambia las cosas.
Los que se niegan a aceptar a Cristo son más vulnerables antes las tormentas. Pero los que escuchan sus palabras estarán firmes: «Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca» (Mateo 7:25). Sin duda, lo más importante es el fundamento.
