Cuando el Señor tiene algo importante que decirnos, podemos confiar en que es para nuestro beneficio y que siempre habla directamente a nuestras necesidades (Is 48.17). Por lo tanto, debemos ser claros al preguntar: ¿Cuál es el propósito principal de Dios al hablarme? ¿Qué quiere que haga como resultado de lo que ha dicho? Aprenderemos que Dios habla para que…
- Seamos capaces de comprender la verdad. Es decir, Él quiere que entendamos por completo su mensaje y lo guardemos en nuestro corazón y mente.
- Podamos alinearnos con la verdad. No basta con conocer principios bíblicos; debemos aplicarlos a nuestras circunstancias y vivir con fe.
- Podamos comunicar la verdad. No es suficiente escuchar los principios de las Sagradas Escrituras y aplicarlos a nuestra propia situación. Nuestro Padre celestial quiere que compartamos ese conocimiento transformador con otros.
¿Cómo puede usted comprender mejor la verdad bíblica? ¿Cómo puede aplicar mejor los principios de Dios y compartirlos con los demás? El Señor siempre está listo y dispuesto a ayudarle a descubrir las respuestas a estas preguntas. Ábrase a su mensaje hoy, y luego sométase a lo que el Espíritu Santo le diga.
BIBLIA EN UN AÑO: ECLESIASTÉS 1-4
