Números 21.4-9

A veces, Dios usa las dificultades para que nos apartemos de malos pensamientos. La dificultad inesperada elimina las distracciones, nos enseña, redirige nuestra mente hacia el Señor y, a menudo, ayudan a que tengamos más claridad.

Esto es evidente en el pasaje de hoy, donde aprendemos que Dios dirigió a los israelitas a tomar una ruta particular para evitar a los edomitas. El pueblo se impacientó debido al largo viaje y comenzó a quejarse de Moisés y de Dios. Habían apartado sus mentes del Señor, quien entonces necesitó captar su atención.

Es interesante que Dios no eligiera actuar mediante bendiciones o señales milagrosas, como ya había hecho en ocasiones anteriores (Ex 14.31). En cambio, envió serpientes venenosas al campamento. Ante esto, la respuesta de la gente fue reconocer su pecado y pedir a Moisés que orara a Dios para interceder por ellos.

Aunque no podemos saber lo que Dios está tratando de decir a otros a través de sus aflicciones, debemos enfrentar nuestras propias dificultades buscando su divino propósito e instrucción. Aunque pueda no tener sentido al principio, podemos confiar en que el Señor obrará cambios positivos y cruciales en nosotros a través de nuestras circunstancias difíciles.

BIBLIA EN UN AÑO: MATEO 13-15