Cuando era niña, me encantaba el himno «Bendiciones cuántas tienes ya». La canción anima al combatido por la adversidad a contar cuántas bendiciones Dios le ha mandado. Años más tarde, cuando mi esposo estaba desanimado, solía pedirme que le cantara esa simple canción. Entonces, yo lo ayudaba a contar sus bendiciones. Al hacerlo, dejaba de centrarse en sus luchas y dudas, y enfocaba sus pensamientos en Dios y en sus razones para estar agradecido.

El libro de Esdras describe al pueblo de Dios centrado en el poder y la provisión del Señor mientras enfrentaba desafíos abrumadores. Después de soportar décadas de cautiverio en Babilonia, el rey Ciro les permitió regresar a Israel para reconstruir el templo (Esdras 1-2). Solo volvieron algunos (2:64). A pesar de su «miedo de los pueblos de las tierras» y la gran tarea por delante, reconstruyeron el altar y pusieron los cimientos del templo (3:3, 10). Y luego, «cantaban, alabando y dando gracias al Señor, y diciendo: Porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia sobre Israel» (v. 11).

Si estás desanimado o enfrentando obstáculos aparentemente insalvables, enfoca tus pensamientos en Dios. Cuenta tus bendiciones y «te sorprenderás cuando veas lo que Dios por ti hará», tal como lo ha hecho a todos los que lo aman.

De:  Alyson Kieda

Reflexiona y ora

¿Cómo te ha ayudado en situaciones difíciles contar tus bendiciones? ¿De qué estás agradecido?
Dios, gracias por todo lo que has hecho por mí.