Filipenses 4.4-7

Si necesitara ayuda para entender algo, ¿contrataría a cualquiera? Claro que no. Querría asegurarse de que quien le enseñe tenga experiencia y esté calificada. Por eso, el apóstol Pablo es una persona excelente para ayudarnos a entender el valor del contentamiento. Después de todo, él escribió sobre el tema mientras estaba bajo confinamiento por las autoridades romanas.

En el pasaje de hoy, Pablo dice que la oración protege el corazón del creyente de la ansiedad, y no hay oración más grande que la que Cristo mismo nos enseñó. El Padrenuestro enfatiza la adoración al Padre y minimiza el enfoque en uno mismo (Mt 6.9-13). Concentrarse en la grandeza de Dios pone nuestras necesidades en perspectiva y nos anima a descansar en su fuerza.

Considere también la oración del Señor Jesucristo en Getsemaní (Mt 26.36-46). Aun cuando clamaba por alivio, se sometió a la voluntad del Padre (Mt 26.39). Como resultado, una paz sobrenatural fortaleció al Salvador y le permitió enfrentar a sus verdugos.

En la lectura de hoy, Pablo ofreció un plan radical de paz: Alabe al Señor mientras sufre persecución; dele gracias cuando enfrente pruebas; ore por todo. Cada oración fortalece su corazón contra la ansiedad. Es un sólido consejo de un hombre que practicaba lo que predicaba.

BIBLIA EN UN AÑO: JUAN 20-21