Ginnie Hislop fue ovacionada al recibir el diploma de su máster en 2024, ¡84 años después de haber completado sus estudios! En 1941, solo le faltaba presentar su tesis, cuando su novio fue llamado a servir durante la Segunda Guerra Mundial. Los dos se casaron rápidamente y se dirigieron a su puesto militar, dejando atrás el título casi obtenido de Ginnie. Sin embargo, tras una larga pausa, pudo lograrlo.
Esdras estudiaba las Escrituras —tenía un «máster» en la ley de Dios— y había esperado años para regresar a Jerusalén del exilio en Babilonia. «Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Señor y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos» (Esdras 7:10). A Zorobabel y a un grupo de exiliados israelitas se les había permitido regresar para reconstruir el templo de Jerusalén décadas antes (2:1-2). Y ahora Esdras, que tenía «con él la buena mano de Dios» (7:9), conducía a más exiliados a Jerusalén. Dios lo usaría para restaurar el culto a Él según las Escrituras: «Abrió, pues, Esdras el libro [de la Ley…]. Y todo el pueblo […] se [humilló] y [adoró] al Señor» (Nehemías 8:5-6).
Esdras tuvo que esperar décadas, pero completó su vocación con el poder de Dios. En su poder, persistamos en terminar la obra que Él tiene para nosotros.