Para las innumerables decisiones de la vida es importante buscar la dirección de nuestro Dios quien todo lo sabe y es infinitamente sabio. He aquí tres pasos que debemos recordar:
1. Limpieza. Le pedimos al Señor que revele cualquier pecado que estemos cometiendo, y luego lo confesamos. Él ha prometido perdonarnos si lo hacemos (Sal 66.18; 1 Jn 1.9).
2. Entrega. Nuestro Padre celestial no compartirá sus planes para nuestra vida hasta que estemos comprometidos a obedecerlo, pase lo que pase. La Biblia dice que el Señor escucha y concede nuestras peticiones cuando se alinean con su voluntad (1 Jn 5.14, 15).
3. Meditación. Dado que Dios a menudo guía a los creyentes a una respuesta por medio de su Palabra, debemos pasar tiempo en ella. Nuestra lectura puede llevarnos a un capítulo que trate de nuestra situación o a un pasaje que contenga un principio aplicable. La clave es creer que el Señor nos está guiando, y luego actuar con fe (Mr 11.24).
Dios quiere que tengamos en cuenta que esperar es importante: el proceso de buscar su dirección puede ser lento, y adelantarse o manipular las circunstancias podría conducirnos a un error costoso. Pero Él actuará en favor de quienes esperan en Él (Is 64.4). Por tanto, busque dirección y la recibirá. Es una promesa.
BIBLIA EN UN AÑO: 2 CRÓNICAS 15-17