Los seguidores de Cristo pueden caer en la trampa de intentar justificar sus malas decisiones. He aquí cuatro maneras en que ocurre la rebelión:
1. Nos negamos a hacer lo que Dios manda. Hay formas claras de desobedecer, como quitar la vida a otro. Pero más a menudo, son acciones sutiles—como no perdonar o ignorar a los demás—las que se vuelven obstáculos en nuestro camino.
2. Buscamos lo que está prohibido. El Señor ha prohibido ciertas cosas (Ro 1.28-32; Ga 5.19-21). No busca arruinarnos la diversión, sino protegernos de consecuencias devastadoras.
3. Buscamos lo que Dios permite, pero de una manera pecaminosa. Como cristianos tenemos mucha libertad, pero no debemos alcanzar nuestras metas con robo, engaño o injusticia.
4. Buscamos lo que Dios permite, pero en nuestro propio tiempo. La impaciencia es a menudo la razón por la que las personas terminan endeudándose o en malas relaciones. Decidimos ir tras algo antes de recibir la guía clara de Dios.
Cada vez que enfrente una decisión, pregúntese: ¿Es esto lo más sabio? Luego pida claridad al Señor y espere su respuesta. Cuando hacemos la voluntad de Dios, no hay lugar para la incertidumbre.
BIBLIA EN UN AÑO: APOCALIPSIS 1-4
