¿Cómo describir la adversidad? Como cristianos, podemos verla como un puente hacia un futuro eterno.

La forma en que percibimos las dificultades depende de nuestra perspectiva. Si solo miramos lo negativo, nos desesperamos. Pero al considerar lo eterno, nuestro pensamiento se transforma de tres maneras:

1. No nos desanimaremos, porque sabemos que estamos siendo renovados. Al reaccionar con sumisión a lo que Dios permite y confiar en sus propósitos, nuestro carácter se moldea a la imagen de Cristo y nuestra esperanza se renueva.

2. El Señor nos dará fuerzas para resistir. Pablo dijo que se sintió atribulado, perplejo, perseguido, derribado y amenazado de muerte; sin embargo, llamó a todo eso “ligero y efímero” en comparación con la eternidad (2 Co 4.8-11, 17 NVI).

3. No veamos la adversidad como un ladrón del gozo ni un obstáculo para una vida buena. En lugar de eso, debemos mirar más allá del presente a lo que la prueba está produciendo en nosotros: “un cada vez más excelente y eterno peso de gloria” (2 Co 4.17).

Ver las dificultades a través del lente de la eternidad es un acto de fe. Aumenta nuestra confianza en Dios y nos fortalece para cruzar victoriosamente el puente de la adversidad.

BIBLIA EN UN AÑO: JUAN 17-19