Era martes en el gimnasio, así que las personas que caminaban por la pista debían hacerlo en el sentido horario. Los primeros caminantes con los que se unió mi esposa iban en esa dirección, pero luego, otra persona entró caminando en sentido opuesto. Un par de sus amigos se le unieron, y después otra persona. De repente, la pista se volvió un caos, y tomó unos minutos reordenarse.

Aunque los que iban en la dirección equivocada no buscaban causar problemas, no pude evitar pensar en el poder de la influencia. Una persona que va por el camino equivocado conduce a otra, y así sucesivamente. Se parece un poco a Proverbios 13:20: «El que anda con sabios, sabio será; mas el que se junta con necios será quebrantado». Seguir a una persona por mal camino lleva a problemas.

En Gálatas 5, Pablo explica cómo un error así detiene nuestro progreso espiritual: «¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad? Esta persuasión no procede de aquel que os llama» (vv. 7-8). Dios, que desea la obediencia, nunca nos aleja de la verdad para perturbarnos (v. 10 NVI). Pero los que se oponen a su verdad pueden obstaculizar nuestro andar espiritual al conducirnos lejos de Él.

Dios quiere ser nuestro guía. Cuando caminamos con Él, nunca nos desviaremos.

De:  Dave Branon

Reflexiona y ora

¿En qué situaciones estás permitiendo que alguien te aleje de Dios? ¿Qué puedes hacer para cambiar tu curso?
Dios, gracias por tu Palabra que guía nuestros pasos hacia ti.